Descripción
1. Como consideraba que la Vulgata latina ya había cumplido su papel y contenía errores y cambios, prefirió usar como fuente secundaria la traducción al latín de Sanctes Pagnino (Veteris et Novi Testamenti nova translatio, 1528), porque “al voto de todos los doctos en la lengua hebraica es tenida por la más pura que hasta ahora hay”, corrigiendo la versión masorética cada vez que se aparta de las citas del Antiguo en el Nuevo Testamento.
2. Tuvo siempre a mano para resolver las dudas la Biblia de Ferrara (Abraham Usque y Yom-Tob Athias, 1553), traducción del hebreo al judeoespañol usada por los judíos sefardíes, que Reina consideraba “obra de la mayor estima”, “por dar la natural y primera significación de los vocablos hebreos y las diferencias de los tiempos de los verbos”.
3. Hoy en día, la Reina-Valera (con varias revisiones a través de los años) es una de las biblias en español más usadas por gran parte de las iglesias cristianas derivadas de la Reforma (incluyendo las iglesias evangélicas), así como por otros grupos de fe cristiana, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los Gedeones Internacionales y otros cristianos no denominacionales.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.